A veces, es como si el amor llamara
Como si ese amor ocupara un lugar dentro de mi
y de vez en cuando me recuerda lo que se siente usarlo
como si fuera un traje viejo.
Pero no un traje viejo cualquiera,
sino uno de esos con historia, con peso
con un aroma cargado de emociones
cargado de recuerdos.
Casi siempre es la misma historia,
Cosquillas en el estómago,
el olor del aliento
y la calidez de la respiración compartida
a centímetros de otra boca.
El perfume de sus cabellos
la suavidad de su piel,
El calor que se crea justo entre la almohada y su cuello.
La sonrisa complice,
Sus ojos que con su mirada se amarran a tu corazón
Ese lazo invisible mas fuerte que cualquier otra cosa.
Un lazo que te ancla a algo que no quieres perder por nada.
El traje del amor es toda sensibilidad para mi.
Me recuerda lo que se siente la presión de las manos
al tomar las de la mujer amada.
Sentir como el amor aprieta y no suelta nunca
incluso cuando las cosas están mal.
El traje del amor cambia su talla a veces.
Hay días en que está mas suelto
Otras veces nos queda ajustado y ahoga.
Y hay días en que quisiéramos dejarlo guardado en el armario.